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Introducción
La obesidad mórbida se asocia a distintas comorbilidades como hipertensión arterial y
diabetes mellitus tipo II, que comprometen seriamente el estado de salud de los
individuos. Se ha demostrado que por medio de la gastrectomía vertical se producen
mejoras en estas variables, generando reducciones en las cifras de tensión arterial,
dislipidemias, glucemias y de los niveles de esteatosis hepática, por lo que se considera
una técnica quirúrgica válida para el tratamiento de la obesidad mórbida.
Actualmente la técnica de evaluación de la esteatosis hepática en pacientes bariátricos se
encuentra en discusión. El método gold standard es la biopsia hepática. Sin embargo
presenta ciertos inconvenientes, ya que es altamente invasivo y supone además un
elevado coste. Por tanto, se hace necesario encontrar otros métodos para la evaluación de
la esteatosis hepática, que conlleven un menor coste y menor riesgo para el paciente.
Objetivos
El presente trabajo va a tener tres objetivos principales:
1) Determinar la incidencia y grado de esteatosis hepática de forma pre y postoperatoria
2) Comparar el rendimiento diagnóstico de ecografía, tomografía computarizada y
espectroscopia por resonancia magnética en la valoración de esteatosis hepática en
pacientes obesos mórbidos sometidos a gastrectomía vertical como procedimiento
bariátrico
3) Correlacionar el grado de esteatosis hepática con los niveles séricos de transaminasas.
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Pacientes y métodos
Se realizó un estudio observacional prospectivo de todos los pacientes diagnosticados de
OM y sometidos a gastrectomía vertical laparoscópica como tratamiento para la OM en
el Hospital General Universitario de Elche durante el período comprendido entre Marzo
de 2013 y Julio de 2014.
Resultados
Pérdida de peso
De manera preoperatoria, los pacientes mostraron un peso medio de 124 + 20,7 kg, con
un índice de masa corporal de 49,1 + 7,3 Kg·m2
. El seguimiento efectuado reportó cómo
a los 6 meses de la gastrectomía vertical, los pacientes tuvieron reducciones en ambas
variables, disminuyendo su peso medio hasta 85,5 + 14,8 kg (p = 0,000), y el índice de
masa corporal hasta 32,4 + 4,8 Kg·m2
(p = 0,000), significando esto un porcentaje del
exceso de peso perdido de un 68,2%.
Parámetros cardiometabólicos
A los 6 meses de la cirugía, los pacientes mostraron reducciones significativas en parte
de las variables analizadas. Los niveles de glucemia disminuyeron de 110,45 + 25,5
mg/dl a 96,4 + 15,8 mg/dl (p = 0,02), mientras que los niveles de hemoglobina glicosilada
tuvieron una disminución de un 5,9 + 1 % de manera preoperatoria a 5,3 + 0,4 % de
manera postoperatoria (p = 0,003). Otra variable a destacar es la vitamina D, que de
manera previa a la cirugía mostraba unos niveles de 18,6 + 8,5 ng/ml, aumentando hasta
25,4 + 12 ng/ml a los 6 meses de la cirugía (p = 0,011).
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Esteatosis hepática no alcohólica
Se observaron disminuciones significativas del volumen hepático evaluado tanto por
tomografía computarizada, reduciéndose de 1967 + 541 ml a 1506 + 238,5 ml a los 6
meses de la cirugía (p = 0,000), como por espectroscopia por resonancia magnética, con
una disminución de 1999,9 + 436,2 ml a 1568 + 170,3 ml (p = 0,000). A su vez, la cantidad
de lípidos intrahepatocitarios descendió de un 14,2 + 15,4% de manera previa a la cirugía
a un 4,3 + 3,2% a los 6 meses de la misma (p = 0,000).
Las ecografías preoperatorias reportaron que el 73,9% de los pacientes padecían de
esteatosis hepática, mientras que, a los 6 meses de la cirugía, esta cifra descendió hasta
un 8,6% (p = 0,003).
Biomarcadores
Respecto a los biomarcadores analizados, la transaminasa glutámico-oxalacética y la
transaminasa glutamicopirúvica, disminuyeron de manera significativa reduciéndose de
23,4 + 5,4 IU/l a 17,9 + 4 IU/l (p = 0,001) y de 29,8 + 10,5 IU/l hasta 19,8 + 7,7 IU/l (p
= 0,006) respectivamente.
Técnicas evaluación esteatosis hepática
De manera previa a la cirugía, el porcentaje de lípidos intrahepatocitarios evaluado
mediante espectroscopia por resonancia magnética se asoció con la densidad hepática
(r = 0,728; p = 0,011) y con el volumen hepático (r = 0,726; p = 0,011) establecidos
mediante tomografía computarizada.
A los 6 meses de la cirugía, esta asociación se mantiene.
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Correlaciones
De manera preoperatoria, el porcentaje de lípidos intrahepatocitarios mostró
correlaciones altas, positivas y significativas con los niveles de GOT (r = 0,742; p =
0,022) y GPT (r = 0,668; p = 0,049).
Conclusiones
¿ La incidencia de esteatosis hepática preoperatoria es del 73,9% mediante
ecografía, 69,6% mediante TCMD y 63,6% mediante ERM.
La incidencia de esteatosis postoperatoria es del 8,6% mediante todas las
técnicas.
¿ De manera previa a la cirugía, tanto la ecografía como la tomografía
computarizada y la espectroscopia por resonancia magnética muestran un alto
rendimiento diagnóstico.
En la valoración postoperatoria, la ecografía y la espectroscopia por
resonancia magnética mantienen un alto rendimiento diagnóstico, mientras
que la tomografía computarizada es útil en el diagnóstico de esteatosis, pero
pierde valor clínico para establecer el grado de esteatosis, con tendencia a
sobreestimarlo.
¿ La cuantificación de lípidos intrahepatocitarios preoperatoria se correlaciona
con los niveles de transaminasas, mientras que la cuantificación de lípidos
intrahepatocitarios postoperatoria se correlaciona con los niveles de colesterol
sérico.
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